miércoles, 20 de julio de 2011

COMO ACTUAR ANTE UNA LESIÓN MUSCULAR

Hoy acercamos un informe para todos los entrenadores y papás...

¿QUÉ HACER ANTE UNA LESIÓN MUSCULAR EN UN NIÑO?
Cuando un chico se lesiona en un entrenamiento, muchos dudan en aplicar frío o calor
Cualquiera puede equivocarse si sufre una lesión cotidiana y aplica mal el hielo, o mal la tan querida bolsa de agua caliente. 
Pero cuando de un menor de edad se trata, y más en el fútbol infantil, el incorrecto tratamiento de los problemas musculares, pueden traer consecuencias muy graves a futuro.
 El peligro es mayor aún cuando los padres son los que aplican la cura, sin saber la gravedad del asunto. 
En base a estudios de médicos argentinos, les presentamos las ventajas de cada opción: 

El hielo.


1) Excelente cuando la lesión se acaba de producir, normalmente en las primeras veinticuatro horas. 
Puede ser que el hielo tenga que ser aplicado durante más tiempo, pero nunca por más de cuarenta y ocho horas


2) Se puede utilizar para lesiones musculares y articulaciones. 
También los tendones.


3) Es seguro en especial de tobillos, hombros, codos, etc. 
Útil en el caso de esguinces y torceduras.



4) Controla la inflamación.

5) Reduce la llegada de sangre a la lesión, ya que es un constrictor de los vasos sanguíneos que se encuentran cerca de las capas superiores de la piel o en esta. Esto ayuda a detener o, por lo menos, hacer más lento, el proceso inflamatorio y, especialmente, la formación de líquido en la zona lesionada.

6) Nunca se debe aplicar el hielo directamente sobre la piel. 
Siempre debe haber algún tipo de cubierta protectora, ya sea una toalla, una bolsa o una bolsa de hielo.
El hielo, cuando es aplicado directamente sobre la piel, y más aun cuando se trata de piel que está especialmente sensibilizada por los perjuicios recibidos por la lesión, daña la piel, causa lo que normalmente se conoce como “quemar” la piel. 
Debemos tener cuidado y controlar la aplicación para que no haya este tipo de daños. 
Cada tanto levantaremos la aplicación, para ver que la piel no este recibiendo demasiado frío. 
No mantendremos la aplicación por demasiado tiempo sin mover. 
Este es el mejor método, porque el hielo fresco utilizado de esta forma es el que tiene mayor poder des-inflamatorio.

Otro método posible a utilizar es llenar un vaso de vidrio o una taza de agua y ponerla a congelarse en el freezer. Una vez congelado, lo sacamos y aplicamos el vaso sobre la piel, moviéndolo constantemente, sobre y alrededor del área afectada. 


Calor:
1) Útil para calmar músculos doloridos, para tirones, espasmos, antes de ejercitar, para preparar los músculos, y también antes de realizar ejercicios de tipo kinesiólogos, cuando nos estemos recuperando de una lesión y tengamos que hacer estiramientos en los músculos.

2) Antes de sesiones de masajes o tratamientos alternativos a la medicina convencional, como pueden ser tratamientos quiroprácticos.


3) Se utiliza luego de pasadas las veinticuatro o cuarenta y ocho horas, cuando ya el frío no nos resulta apropiado para el tratamiento de la lesión.

4) Las aplicaciones no deben exceder los diez minutos, y al igual que con el hielo, no se puede aplicar el calor directamente sobre la piel.

Esto ha sido extraído de la página oficial de O.N.F.I
(organización nacional de futbol infantil)

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